Entrevistas

Miguel Ángel Motis, historiador: “Colón no fue un genocida, fue hijo de su tiempo”

El pasado noviembre se retiró la estatua de Cristóbal Colón en la ciudad de Los Ángeles (California, Estados Unidos). Una gran cantidad de historiadores discrepan entre sí. Para unos, el navegante genovés fue un genocida, para otros el padre de la Edad Moderna. El historiador Miguel Ángel Motis Dolader, profesor y director del Programa de Doctorado de la Universidad San Jorge analiza ese controvertido acontecimiento que pone en tela de juicio la contribución de Colón en el descubrimiento de América. 

Por Diego Vicente Paesa

 ¿Qué pensó cuando se enteró que las autoridades de Los Ángeles habían retirado la estatua de Cristóbal Colón?

 Es un inmenso anacronismo, no se puede juzgar el pasado con los criterios del presente. Somos esclavos de lo políticamente correcto.  No solo tendrían que quitar la estatua, sino también erradicar el nombre de Los Ángeles, porque es una ciudad fundada por españoles, allá por el siglo XVIII para Nuestra Señora Virgen Reina de los Ángeles, por lo cual llegando a este extremo ¿por qué no erradican eso?

¿Qué fue lo que más le sorprendió?

Que una de las personas que tomó la decisión fuese Hilda Solís, quien es descendiente de españoles.  Entonces ¿por qué no también renunciar a sí misma y a sus propios orígenes? Hay una gran leyenda negra, propagada por historiadores anglosajones.  ¿Cuántos indígenas hay ahora en Estados Unidos? Porque cuando van del Mayflower, ellos erradican a la población india y la recluyen. Cristóbal Colón no fue el precursor de la modernidad.  No fue un genocida, fue hijo de su tiempo. Empezar a remover estatuas, con el simbolismo que eso entraña, es un grave error. Deberíamos replantearnos lo que realmente supuso en su momento.

«No se puede juzgar el pasado con los criterios del presente. Somos esclavos de lo políticamente correcto».

 ¿Tiene relación el lugar de nacimiento de una persona respecto a estar a favor o en contra de este acto?

 El patriotismo, decía Jefferson, consistía en invocar todo aquello que nos une frente al nacionalismo, que hace de un dogma elevado un dogma algo tan contingente como es el lugar de nacimiento. Entiendo hay que estar muy bien informado y no tomar decisiones precipitadas. Hay cosas asumibles y otras que no lo son. No hay que juzgarlas desde el presente y, sobre todo, guiándonos por una corriente antiespañola, que realmente no entiendo. Sería poner en entredicho la aportación cultural europea a todo el resto del mundo. Debemos recordar que, después de Colón, se instalan universidades, y algo novedoso para la época como es el derecho indiano. Es muy peligroso tomar decisiones desde la ignorancia pasiva.

Usted es un experto en los judíos en la Europa Medieval, pero avanzando un poco en el tiempo, ¿se podría comparar a los colonizadores españoles del siglo XV con la supremacía blanca de Adolf Hitler y su trato hacia los judíos?

 Es un anacronismo radical. El racismo nace con los teóricos del nazismo, que se mezcla biología y medicina. De la época de la que hablamos no existe antisemitismo sino antijudaísmo. La noción de raza no existe. Es más, en la actualidad es una entelequia porque todos estamos mezclados por distintas razas, incluso Hitler o Mengele, quienes querían implantar una primacía de una raza siendo ellos una mezcla de muchísimas razas. Con la aparición de las tecnologías, especialmente de la genética, el concepto de raza no existe, ahora se está demostrando con el estudio de fenotipos que no hay un monofiletismo, sino un parafiletismo. La mayoría de los europeos procedemos del sur de África.

¿Todos los imperialismos han sido igual de negativos y oscuros para la historia?

Primero, habría que definir el imperialismo. No creo en el diálogo de civilizaciones: es otro mito buenista y muy peligroso, al igual que la política de apaciguamiento de las potencias francesas o inglesas ante Hitler. El apaciguamiento siempre ha conducido a grandes catástrofes europeas. Los imperialismos tienden a pensar que son los únicos y que son superiores.  Es una gran coartada para aniquilar a las demás civilizaciones. Europa explora e impone el colonialismo porque necesita materias primas y, en ese momento, el concepto de derechos humanos no existe. También exportan su idioma y sus claves políticas, pero implantándolo en países en los que disonaba con su cultura. Posiblemente, ellos no eran conscientes de que eran imperialistas.

«No creo en el diálogo de civilizaciones: es otro mito buenista y muy peligroso»

 En la Paz, Bolivia, se ha encontrado pintadas en una estatua de Colón en la que se pueden leer: “Justicia”, “Genocidio “o “Fuera Colón”. ¿Cree que estos mensajes han sido inspirados por lo ocurrido en Los Ángeles?

Creo que sí.  Se está propagando una corriente «indigenista» en el mal sentido de la palabra. Cuando desembarcaron Pizarro y Hernán Cortés en las futuras indias occidentales había auténticas guerras civiles. La mayor mortandad fue por las enemistades internas, no por la intervención de los españoles. Hoy se está reformulando el concepto de indígena, considerando que todo aquello que no sea indigenismo puro es perverso e imperialista.

Retirada de la estatua de Colón en los Ángeles, California. Foto: cortesía diario abc.es

Los imperios azteca o inca, por ejemplo, no eran civilizaciones perfectas…

Algunas civilizaciones indígenas practicaban sacrificios de seres humanos. Pero ¿qué sucede? Pues que no podemos establecer quién es mejor o quién es peor. Hay que rescatar los valores intrínsecos de las tribus precolombinas, pero eso no significa considerar que todo lo que venga del exterior fuese genocida. Es un extremo disparatado. Preexiste un complejo europeo de no saber defender los valores en la colonización.

¿En sus viajes al extranjero ha percibido cierto desprecio  por el hecho de ser de nacionalidad española?

Depende del país que visites, algunos países te acogen extraordinariamente, como los argentinos, chilenos o mexicanos.  Otros países consideran que lo español es sinónimo de imperialismo. Ello se debe a la educación que se está recibiendo en las escuelas y en las universidades. Se está tergiversando la historia con una relectura desde unos criterios contemporáneos, también por parte de los historiadores españoles, que tienen una responsabilidad moral de comunicar lo que se hizo, tanto lo bueno como lo malo. Es cierto que hubo una parte de esclavismo a la población indígena para explotar las minas, pero tampoco hay que ir al mito de Cristóbal Colón “el salvador de todo el imperio”.  Tampoco fue un genocida, hay que buscar los claroscuros de la época.

«Hoy se está reformulando el concepto de indígena, considerando que todo aquello que no sea indigenismo puro es perverso e imperialista».

 ¿Cree que mereció la pena la cantidad de sangre derramada a cambio de las ventajas tecnológicas que estableció Colón?

El derramamiento de sangre habría que diluirlo mucho. Primero, porque muchas muertes fueron por las luchas internas que ya había en la época precolombina. Segundo, porque gran parte de las mortandades se dieron por epidemias que se desconocían en las indias occidentales, al igual que muchos españoles también murieron entre enfermedades desconocidas. Se propagó cultura, pero también enfermedades. En cuanto al derramamiento de sangre, los efectivos militares que llevaron los españoles fueron tan pocos que no tenían ni fuerza militar ni tecnológica para lograr esas masacres.

¿Por qué esa animadversión ahora?

Empezó en 1992, con los 500 años del Descubrimiento de América. Cuando se independizaron las colonias españolas, a partir de 1812, en ningún caso reivindicaron su denominación prehispánica. Ni se reivindicaron las lenguas indígenas, sino que se conservó el español. Tampoco se cerraron las universidades de fundación española.

¿Pasa con otras civilizaciones?

Si empezamos a hablar de la civilización islámica o árabe, o de la holandesa o de la anglosajona, podríamos descubrir que hay muchos claros, pero también muchos oscuros.

«Cuando se independizaron las colonias españolas, en ningún caso reivindicaron su denominación prehispánica»

¿Qué opina de las declaraciones del historiador británico Roger Crowley, quien dijo de Colón: “Abrió una era de asesinato masivo por parte de los conquistadores europeos”, y que  “es el padre fundador del genocidio en el Nuevo Mundo”?

 Toda la leyenda negra surge por la Armada Invencible (que nunca se llamó así).  Hay muchos nacionalistas que están tergiversando la historia a favor de una visión determinada para intentar denostar a “nuestros grandes competidores españoles”. Los historiadores hispanos tendrían que estudiar la historia desde sus verdaderas raíces, pero que lo digan unos anglosajones con el precedente del Mayflower y con la fundación de las ciudades anglosajones basadas en la erradicación de los indios… La esclavitud no existía en las colonias antes de la llegada de los británicos. Ellos la implantaron para explotar el cultivo del algodón. ¿Qué sucede con eso?

 

Etiquetas
Universidad San Jorge